domingo, 29 de abril de 2012

Va de... Julia Child

Para quienes hayan buscado alguna vez su nombre, podría parecerles un tópico, pero lo que me traigo entre manos es totalmente diferente.
Es verdad, hasta hace dos días no sabía que esta mujer existía. También es verdad, todo esto viene por haber visto Julia & Julie. Llegué a buscar su blog, que aunque sigue existiendo, no se puede acceder a la mayoría de entradas.
Yo no soy una cocinillas. Aunque me gusta probar cosas nuevas, y cuando estoy sola y tengo ingredientes miles a mi disposición me da por cocinar, no es algo habitual, seguramente porque aún no tengo la libertad de la independencia.
Pero mi madre sí lo es. Le gusta, y tiene unas manos de oro. Por eso, después de ver la película con ella, busqué el famoso libro "Mastering the Art of the French Cooking". Sí, en inglés, porque no existe edición en español. Y como mi madre de inglés como que no sabe mucho, voy a traducirle las más de 700 páginas, y a copiarlas para que las pueda tener.
Es un poco locura, sobretodo ahora con lo del máster, pero no hay prisa.
Quizás las vaya copiando, aunque esto nunca será un blog de cocina. Yo no sirvo para muchas cosas, y esa es una de ellas.

viernes, 6 de abril de 2012

06.04.12

Yo no encuentro las palabras
y tú no buscas el tiempo.
Prometimos hace años
que seríamos eternos.
Para siempre conectados
de la mano del olvido,
al que un día jugamos,
y en el que todos perdimos.
Odiaremos para siempre
a aquel que se llamó destino,
el que nos llevó a conocer,
el que buscó nuestro padecer.
Dejando atrás lo vivido,
los segundos, las promesas,
todo lo que hicimos,
llegará el renacer,
o el dulce recuerdo del ayer.

viernes, 4 de marzo de 2011

Vuelta a empezar

Porque decidí regalarme por mi cumpleaños, pero me dio pereza empezarlo tan pronto. Porque decidí que te iba a inventar, o mejor reinventar, para mí, sólo para mí. Porque siempre eres tú; porque nunca dejaste de ser tú.
Me estoy volviendo loca. Esa podría ser mi frase, pero he decidido cambiarla. Porque no soy yo, es el universo! Que estoy harta de esperar desesperando, harta de que no pase nada. Así que decido actuar, porque hoy puede ser un gran día.
Para qué borrar y empezar otra vez si el pasado no deja nunca de perseguirte. Tú qué crees? Tiene esto solución? No te atreverás a llevarme la contraria, lo sé. Te he inventado yo, recuerdas?
Hablando de recuerdos, hoy he soñado contigo, mi tú inventado. En verdad llevo un par de días así, pero ni me atrevo a nombrarlo en voz alta. Aunque lo parezca, el psiquiátrico no es un sitio para mi.
Aunque me voy, espero volver. Seguir, sin abandonarte, y sin abandonarme. Porque todos tenemos derecho a seguir soñando, aunque sea paranoicamente.

sábado, 3 de abril de 2010

Blog muerto, blog puesto


Una y otra vez me planteo cómo he podido llegar a esta situación. Da igual el momento, el lugar y la persona implicada. Siempre me equivoco. La mejor solución sería dejar de sentir, porque está clarísimo que no se me de bien. Empezar a ser psicópata, y dejar de sentir rabia, dolor, alegría, tristeza, amor, rencor.

He llegado otra vez a mi tope. Siento que ya no puedo más, y lo mejor que puedo hacer es darme de bruces contra la realida; huir de aquí.

Otro fin; otro blog que muere entre mis manos.

domingo, 21 de marzo de 2010

Va de... Lluvia


El día ha amanecido grisáceo, triste. Llueve. Hace frío; el aire helado golpea mi cara cuando he abierto la ventana de mi habitación. Miro al cielo, y lo único que veo es más gris; parece que se me está cayendo todo encima. Agobiada, decido abrigarme y salir a la calle. Parezco una pobre loca; ni siquiera me he quitado el pijama. El abrigo va empapándose poco a poco de cada gota que cae; el viento hace imposible que el paraguas haga su efecto, y al final lo cierro. Estoy sola en la calle, ni los coches se han dignado a salir. Nadie diría que es el primer día de primavera. El frío va serenándome poco a poco, y por fin logro pensar. Me he acordado de ti, y de que es primavera. Me he acordado de todo lo que he sufrido, y de que me prometí que este año sería diferente. Con la mente clara veo que no ando del todo desencaminada. No lo he dicho, pero he conocido a alguien. En realidad le conocí hace ya algún tiempo, pero hasta hace relativamente poco no me había dado cuenta de lo importante que es. No puedo contar muchas cosas, pues sigue siendo un misterio. Callado, reservado... Ausente. Sobretodo ausente. Tampoco puedo explicar qué es lo que me gusta, pero a su manera me hace feliz. No es fácil; conmigo nunca lo es. Me he topado con una situación un tanto extraña, pero eso no cambia nada.

Calmada, con la sonrisa puesta, entro empapada en casa. Estoy tiritando, pero casi no siento el frío. Me doy un baño con agua muy caliente, y después tomo una taza de chocolate.

El día ha amanecido grisáceo, y llueve, pero ya no es triste.

lunes, 15 de marzo de 2010


El silencio me rodea. De fondo sólo se oye el zumbido de mis pensamientos. Es curioso cómo cambian las cosas. Hace unas semanas me consideraba su amiga: ahora ha creado una línea entre nosotras, que aunque es invisible, nos divide de manera abismal. Si conocieses la situación quizás hasta te resultaba gracioso, porque todo es por ti. Si no la culpo yo a ella por lo que pasó entre vosotros, cómo puede ella culparme a mí sólo por sentir? Recelosa encamina cualquier conversación hacia ti, utilizando cada oportunidad que se le presenta para dejarme claro que entre nosotros ni hay ni habrá nada. Si fuese sencillo hablar contigo... Explicarte por lo que me estáis haciendo pasar entre los dos; decirte que estoy harta de hacer de abogada del diablo, y de llevarme todos los palos por ambas partes. Lo mejor de todo es el sentimiento de culpabilidad, sabiendo que no he hecho absolutamente nada malo. Más bien al contrario; yo intentando ayudar, y se me agradece así...

Me siento en tierra de nadie, intrusa en mi propio pensar. Pienso una y otra vez en cómo acercarme a ti, y una y otra vez desisto, porque mi vida se podría volver insostenible.

Cada día que pasa esto se hace más difícil, y yo sólo me dedico a escapar de la realidad.

jueves, 11 de marzo de 2010

11.03.10

Mil y un borradores que no soy capaz de publicar. Se me agolpan las ideas y no las sé plasmar. Ni una palabra más por ti, y sentimientos que no logro comprender. Se me echa el tiempo encima, y la angustia se adueña de mí. Hay tanta gente...
Saber que haga lo que haga no va a cambiar el verte cada día no tiene precio. La seguridad de que cuando me gire ahí estarás, ausente, ignorante a todo lo que te rodea. Perdido, con tu mirada, en el vacío que a veces parece acompañarte. Saber que al menos una vez al día te vas a acordar de que estoy a tu lado; la seguridad de que al darte la vuelta me dirás la mayor tontería que se te ocurra. Tan grande y tan humano; tan generoso y tan extraño. Los silencios ni siquiera son incómodos, y yo me rindo sin ser capaz de encontrar una explicación, con mis miradas inquisitivas, densas, observadoras, extensas.
Tú tan tú, y yo tan como yo misma.

domingo, 14 de febrero de 2010

15.02.10

Una vez más. Silencioso, no se deja ver hasta que ya es demasiado tarde. Nos promete la vida entera, y poco a poco va quitándonos trocitos de ella, siempre desde el más invisible anonimato. Nos regalamos a su compás pausado sin pensar en las posibles consecuencias, y sólo unas pocas veces al año recordamos su existencia. Siempre es el tiempo. Fracciones de segundo que nos muestran la felicidad más absoluta; la tristeza más desgarradora. Son momentos insignificantes los que dan bruscos cambios a nuestras vidas, pero acostumbrados a esperar cosas siempre más grandes, los ignoramos, sin siquiera darles la oportunidad de ser vistos.

Cuando menos te lo esperas, te ves con 25 años a las espaldas. 25 maravillosos años que parece que no has sabido aprovechar. 25 años empapándote de otras personas, de otras vivencias, de otras palabras. Momentos que cada noche, antes de dormir, repasas mentalmente por miedo a olvidarlos, a sabiendas de que ellos te olvidaron a ti casi en el mismo instante en el que pasaste por sus vidas. Aún así, los guardas como el mayor de tus tesoros. Aquella pulsera perdida en algún cajón; los cd's que ya no se oyen bien, pero que siguen teniendo su letra impresa; los peluches que te miran lastimosos desde tu cama; las cartas rebosantes de sentimientos contradictorios; las noches que se convirtieron en palabras. Sobretodo aquella noche: la que empecé a conocerme, la que terminó con una brusca despedida, la que parece que nunca existió, la que me destrozó la espalda y me dio la vida.

Pequeñas cosas, que hacen que la vida sea grande, y que siguen viniendo cada día, a darme las buenas noches, siempre acompañadas del tiempo, de 25 veces tiempo.

Feliz día mío a todos.

jueves, 4 de febrero de 2010

Te hablo de...


Hoy no hablo del presente,
ni del pasado, ni del futuro,
ni de una vida inexistente.
No hablo de ti, ni de mí,
sino de risas sin motivos,
de tardes bajo la lluvia,
de silencios comprometidos.
No hablo de lo que me hacías sentir;
hablo de las discusiones nerviosas,
de corazones con un mismo latir.
Hablo de las canciones;
de cada nota, cada línea,
de los sonidos acordes.
Te hablo de las noches inacabadas,
de los sueños que retuvimos
y de las promesas enterradas.
Te hablo del sol en tu piel,
de tu mano cálida,
y de tus ojos de hiel.
Hablo de recuerdos perdidos,
de pasiones desatadas,
y de romanticismos quebradizos.
Te hablo de cada segundo que regalamos,
de cada palabra, cada impulso,
cada lágrima sin sentido,
cada escrito, cada olvido,
cada aliento contenido.
Te hablo del tiempo de mi espera;
de mi parte más sincera.

martes, 2 de febrero de 2010

Con la salud no se juega: di no al Naturhouse

Por desgracia, hay muy poca gente que lo tiene claro. Es muy fácil dejarse engañar con promesas de pérdidas de peso inmediatas y notorias, sin tener en cuenta de que te están castigando el cuerpo de mala manera.
Me da exactamente igual las mil y una razones que se puedan tener para acudir a un sitio de esos. Me he pasado 5 años estudiando, primero la Diplomatura en Nutrición Humana y Dietética, y después la Licenciatura en Ciencia y Tecnología de los Alimentos, como para que ahora me venga alguien diciendo que la dieta del Naturhouse es buenísima.
Para empezar, se pasan las necesidades de cualquier persona por donde yo me sé. Se supone que la dieta debe estar compuesta por un 55-60% de hidratos de carbono, 30-35% de grasa y 13-15% de proteínas. Lo primero que te hacen en el sitio este es quitarte los hidratos de carbono casi por completo, con lo cual se aumentan las proteínas una barbaridad (ya que la grasa también la reducen muchísimo, porque prometen pérdidas de kilos sólo de grasa, y se lo creen). Con el aumento de proteínas, los riñones sufren que da gusto, pero no os preocupéis, que ya están ellos ahí para daros pastillitas diuréticas y laxantes (porque al quitar los hidratos de carbono, se quita la fibra, y te olvidas de ir al baño).
Resultados: hay personas que han terminado en diálisis.
Pero lo mejor de todo es lo que se conoce como efecto yoyó. Cuando dejas la dieta y las pastillicas, no es que recuperes el peso, es que encima ganas algunos kilos de más. Esto, como no, te lleva a volver a por la dieta estupenda, y se convierte en un círculo vicioso que nunca termina, y si lo hace es con varios kilos más que al principio de la dieta.
Poco más queda que decir. Cada uno con su vida...

domingo, 31 de enero de 2010

Entre el cielo y la tierra


No, esta vez no son tonterías mías. Es el título del libro que me estoy leyendo: Guía de la medicina china.

Y qué hago yo leyendo eso? Puedo explicarlo.

Hace unos 4 o 5 años, después de muchísimas pruebas, llegaron a la conclusión de que padecía una distonía focal en mi brazo izquierdo, resultado de una diminuta lesión cerebral producida durante un larguísimo parto. Empezaron a tratarme con medicamentos que se usan para enfermedades como el Alzhéimer, o para prevenir ataques epilépticos, ya que mi brazo se empeña en tener algo de vida propia. Al principio el efecto fue increíble, pero con el tiempo desapareció. Cansada de que no me diesen ninguna solución en la "medicina moderna", me decidí a ir a una homeópata. Soy bastante escéptica, y si no lo veo no lo creo, pero tuve que ceder, y dejar que ella hiciese lo que mejor le pareciera. Se puso manos a la obra con una sesión de acupuntura, y con cromoterapia. Salí de allí diciéndome a mí misma que era la mayor tontería que había hecho en mi vida. Eso fue el lunes pasado.

A día de hoy, y con sólo una sesión, mi brazo ha mejorado mucho. Estoy más tranquila y relajada, y no tengo motivos para creer que no se trata de la acupuntura.

Cuando estuve allí, mientras me pinchaba sin piedad con esas finísimas agujas, me recomendó el libro en cuestión, y como no tengo nada mejor que leer, lo fui a buscar a la biblioteca. La mitad de lo que dicen son tonterías enormes, pero la otra mitad tiene mucho sentido. He aprendido que soy yin y yang, del tipo metal, mezclado con tierra, agua y aire, y que no me defino ni por primavera ni por invierno. La humedad y la ira viven en mí, y sin la tristeza no sé quién soy. Vamos, las tonterías a las que me refería.

Aún así, empiezo a verlo todo de otro modo. Como mínimo debo mostrar respeto: en 24 años han conseguido lo que no ha hecho ningún médico tradicional.

domingo, 24 de enero de 2010

Va de... saber o no saber?


Podría ser esa la cuestión? Hace dos días a estas horas era más feliz; qué bonita es la ignorancia. Tanto tiempo intentando conocerle, y sin buscarlo me topo de frente con una realidad que no me gusta nada. Al final será buena mi falta de decisión, no quiero pensar lo que hubiese podido pasar si después de decidirme a actuar me entero de todo esto.

La primera reacción fue el enfado. Quizás no tengo derecho a enfadarme, pero es que en dos días todo ha cambiado tanto... No sé qué haré la próxima vez que le vea. De verdad que nunca he tenido una necesidad tan grande de pegarle a alguien, pero supongo que esa no sería una buena idea. Tendría que dar demasiadas explicaciones, y ni eso me asegura que me vayan a entender.

Sólo queda dejar pasar el tiempo. Otra vez tiempo, como si no estuviese ya cansada de él.

viernes, 22 de enero de 2010

Va de... palomitas

Se me ha revuelto el estómago. Le leo, y me angustio, sin ni siquiera saber qué historia terminó, ni cómo lo hizo, pero se palpa la tristeza en cada palabra. Me planteo empezar una historia propia, y hace algún tiempo que decidí con quién. Es buena persona, pero llegué a la conclusión de que eso no era suficiente. Pero es suficiente el no querer que esté con nadie más? Me mosquea verle hablar por teléfono sin saber con quién, y después no quiero ni mirarlo según el jersey que lleve puesto. Lo sé, soy peor que el perro del hortelano.
Nunca he sido infiel (o quizás nunca fui fiel en realidad, nunca lo he tenido del todo claro), pero es una posibilidad que está ahí antes de empezar nada. Debería plantearme si merezco algo en esta vida? Mejor no lo hago.
Por primera vez desde que alcanzo a recordar, me estoy refugiando en un libro, porque no quiero pensar. Si me dedico a mí misma me descontrolo, y termino sumiéndome en un estado de tristeza insoportable, e inexplicable. Al rato recuerdo que existen más personas, entre otras mi otro él, y no puedo evitar esbozar una sonrisa.
Estoy pensando en acudir a ayuda especializada; necesito una sesión de esas horribles para todos y encantadoras para mí películas románticas con final feliz.
Iré cogiendo pañuelos, y que no falte el tarro de palomitas.

martes, 19 de enero de 2010

Con el alma rota


Con el alma rota, y a pedazos,
con todo el dolor de mi ser.
Con mis mil excusas, y tus labios,
con mis promesas sin fe.
Relegado al olvido,
al dolor sangrante,
a lo que nunca fue vivido,
y volviste con más fuerza,
con tu sonrisa agonizante,
con lo que quedó prohibido.
Tapo de nuevo mi hemorragia,
te llevo al fondo de mi alma
cubriéndote con piedras
y con fuego a base de llagas.
Desapareces bajo la calma,
con tu incansable mirada,
dejando al descubierto mis carencias,
mis locuras, mis silencios,
mis palabras secretas.
Compasión te grito al vacío,
y ni siquiera fuiste mío.
Te odio, y no puedo;
te añoro, y yo muero.
Termina tu vida con la mía;
termina las horas compartidas.

jueves, 14 de enero de 2010

Te acuerdas?

Te acuerdas? Mantuvimos aquella conversación en un McDonald's. Tomábamos un helado, ya hacía buen tiempo. Dentro de poco se cumplirán cinco años. Recuerdo que no lo entendías, y yo te lo intentaba explicar con lágrimas en los ojos. Siempre quise más a tu hermano, pero él no estaba en mi vida, ni lo estaría nunca. Sin embargo, había encontrado a alguien que me hacía feliz. Fue como un tapón para la hemorragia que me había causado tu hermano.
Durante todos estos años, ese tapón ha estado en su sitio. Cuando me deprimía, acudía siempre a él. Después de cada desengaño amoroso, mi mente volvía por un tiempo a vivir en lo que yo misma creé para nosotros dos. Él taponaba mi herida, porque no duele recordarle. Simplemente me crea nostalgia, unos días de falsas ilusiones referidas a reencuentros que nunca tendrán lugar, y después vuelvo a la vida real; a mi vida.
Antes de Navidad tomé una importante decisión. Sin saber si ese al que etiquetas de tan buena persona se siente mínimamente atraído por mí, decidí que me gustaría intentarlo. Decidí que me gustaba, y que no me quedaría con el "qué hubiese pasado si..." Pero esta vez el tapón no ha aguantado, y ha terminado por caer. Siento como lentamente me voy desangrando, como vuelve a salir todo lo que con tanto empeño enterré.
Te pido que me facilites las cosas: si no quieres ayudarme a olvidar, al menos no me hagas recordar. No quiero saber que vive con ella, que se casó con ella, y que formará una familia con ella. No quiero saber que una vez nos llevamos bien, y que llegué a creer que podría ser cierto. Solía bromear, siempre dije que terminaríamos siendo amantes, pero te acuerdas de cuándo fue la última vez que lo dije? Ya no me queda entereza para ello.
Me hundo en mi miseria como hacía años que no pasaba, y no sé cómo reaccionar. Estoy apresada en mi pasado, mientras todo a mi alrededor avanza. Soy consciente de que necesito un cambio, pero no sé si estoy preparada, o si sabría como actuar.

jueves, 31 de diciembre de 2009

Va de... año nuevo


Otro ciclo que termina, y otro que vuelve a empezar. Sin darnos cuenta ha pasado un año más, y parece que no han sido más que unos pocos días. Me lo decían: a partir de los 20 el tiempo pasa mucho más deprisa. Yo no lo creía, y ahora afirmo que es totalmente cierto. Nos hacemos mayores, qué le vamos a hacer. Además, es un buen síntoma.

Hoy toca hacer resumen de lo que ha sido este año. Ver lo bueno y lo malo, para intentar mejorar el que entra. Me doy cuenta de que este año ha sido exactamente igual a los anteriores, porque he repetido todos y cada uno de los errores que me propuse evitar. He sido estúpida, como siempre, creyendo en imposibles y soñando con ideales. He trabajado mucho, y los resultados son escasos. He perdido mucho tiempo odiando a gente que ni siquiera está en mi vida; envidiando cosas que jamás estarán a mi alcance, y olvidando que la felicidad está a un paso de distancia. Parece que sólo me he dedicado a desaprovechar el tiempo.

Los propósitos para el año nuevo? Olvidar esas cosas que siguen doliendo, porque ya no hay nada que hacer. Dejar de darle importancia a lo que no la tiene. Quiero aprender a vivir mi vida tal y como es, y no como yo desearía que fuese. Pero por encima de todo, quiero ser valiente. Se presenta ante mí un mundo de opciones, y la cobardía me ha cerrado ya demasiadas puertas.

Feliz año nuevo.

miércoles, 23 de diciembre de 2009

Va de... sentir


Me he cansado de negarlo. Primero te odio, después te extraño, y al final me enfado sin motivos. Me indigna que no me prestes atención, y cuando lo haces el juego deja de tener gracia. Me paso el día buscándote con la mirada, y cuando te encuentro bajo la vista porque no soy capaz de mantenerla. No quiero que te acerques más de lo que ya lo haces, pero los celos me invaden cada vez que saludas a cualquiera de tus infinitas amistades. Te prometo que a veces creo ver que es mútuo; un segundo después parece que no recuerdes que existo. Evitamos estar solos por la incomodidad de la situación, y cuando nos rodean los demás me sobra hasta el aire. Me dices que te vas, y yo no quiero que lo hagas. Aún así asiento, me alegro por ti, y me angustia saber el tiempo que voy a estar lejos de ti. Me matan los comentarios de un pasado que yo creo inexistente, y evito empeorarte la situación. Volverá, y tú aún no lo sabes. Estará de nuevo a cada paso que yo dé, y me carcomerá la envidia cada vez que sin querer evitarlo rocéis vuestra piel al cruzaros por el pasillo. Cada mirada que crucéis, cada conversación que compartiréis, y cada hora que saboreéis juntos, se me clavarán como astillas en el corazón.

Y como siempre, yo haré como si nada pasara. Como si nada existiera; como si yo no sintiera.

miércoles, 2 de diciembre de 2009

Va de... desinspiración


Se busca inspiración, porque de desinspiración voy sobrada. Concurso a la vista, y no sé por dónde empezar. Me parece que la poesía murió hace demasiado tiempo como para recordarla. Aún así, busco tema. Palabras, frases, notas muscales que den inicio a la imaginación. Demasiados versos esperando a ser escritos, al final van a terminar engulléndome ellos a mí, y conmigo, el suculento premio.

martes, 1 de diciembre de 2009

Ve de... decepciones


Lo estás viendo toda la vida pero prefieres ignorar la evidencia. Tu les ayudas sin condiciones, y ellos siguen acudiendo a ti sólo cuando tienen problemas. Después se ofenden cuando niegas su amistad. Siempre eres la mala. Te llaman enemiga de terceros, y ellos son los primeros que ni esperan la ausencia para hablar a sus espaldas. Después eres tú la hipócrita si la saludas en la cena (una cena preparada por segundos para satisfacer a dichos terceros).

No hay más que decir. Decepción es la palabra.

viernes, 27 de noviembre de 2009

Va de... indecisión


Intento sacarlo, que nadie se atreva a decir que no fui valiente. Me cruzo con tu mirada, y aunque me hace arder el alma aguanto con dignidad, sonrío como si nada pasara. Te acercas sabiendo que me haces sufrir, y cuando creo que voy a poder tocarte te alejas lentamente con la malicia impresa en tus ojos. Disfrutas con el baile, y yo te digo que sólo jugamos. Que no lo vas a conseguir, porque ya no queda nada en ti que yo quiera. El anhelo se convierte en desespero, y la espera se hace insufrible, mientras invento mil maneras de dañarte. No lo siento. Duele, no soy capaz de evitarlo. Te empujo lejos con una mano; con la otra me aferro a ti como al último aliento de vida. Te descubres todopoderoso ante mi gran debilidad, pero me sobrepongo como nunca me creí capaz de hacerlo. No puedo explicártelo, ni tan sólo yo sé qué sentir. Dividida, en tantas partes como la naturaleza me lo permite. Ya no sé si tú, o si él, ya no puedo decidir. Me regalo al vaivén de mis pensamientos perdidos, a la indecisión de mi tristeza inacabada.

La conclusión final no alberga esperanzas; me he dado entera, y ya no sé quién se quedó con la mayor parte.

Va de...frío


Ya nada me sorprende, aunque no puedo negar que volvió a cogerme desprevenida. Te empeñas tanto en creer que algo dejó de existir que no te das cuenta de que ese algo es parte de tu vida, y que para destruirlo debes destruirte a ti también. Soy feliz? A veces no soy capaz de encontrar respuesta coherente para esa pregunta. El vacío que oprime mi pecho pocas veces me deja pensar en alguna otra cosa, pero al fin me he dado cuenta de que sin ese dolor ya no sé vivir. Parece que es lo único que queda de lo que hace tiempo fui. Aposté mi felicidad y la perdí, me condena eso eternamente? Dejo la mente en blanco, y me engulle la oscuridad. Si intento escuchar música, martillea mis oídos el zumbido insoportable del latir de mi corazón. Cada poro de mi cuerpo se dedica exclusivamente a mi angustia, a mi desesperación, a mi perdición. La vida deja de tener sentido, y la monotonía se convierte en tu único aliado.

El frío empieza a hacer presencia, y todo me lleva a dejarme perder en el olvido.

miércoles, 4 de noviembre de 2009

Ve de...

Rogándole al destino
el dulce beso del olvido.
Luchando contra marea
tropecé con un delirio,
con despedidas, con encuentros,
con lo que nunca fue vivido.
Intenté enterrarlo, destruirlo
echando lodo, fangos,
y llanto reprimido.
Sin fuerzas, rendida,
me descubrí desterrada,
exiliada de mi propia vida.
Luchando por revivir
sólo encontré oscuridad.
Desamparada, sin compañía
me refugié en la soledad,
en la amarga agonía de la eternidad.

miércoles, 28 de octubre de 2009

Va de... bodas


Es la primera a la que me he dejado invitar. Con una mezcla de miedo y de ilusión me dejé convencer, y llegó el gran día. Se casa un cmpañero de laboratorio.
Para empezar me quejaré de lo típico. Hacía frío esa noche (y no lo digo sólo yo), y todas las señoritas presentes íbamos tocando con la nariz en el suelo para evitar que el aire nos matase. Una semana resfriada. Fue una boda civil; ellos sí saben. Como no, me la perdí enterita, porque un inoportuno ataque de tos me obligó a salir y a olvidarme de la ceremonia. Con la tos empezaron a caer lagrimones por mis mejillas; la gente pensaba que era de emoción, y yo sólo intentaba no morir ahogada.
Después la cena; me encanta comer, con lo cual disfruté de esta parte hasta que los camareros, rápidos como pocos, me quitaban el plato de delante sin haber terminado con él (me pasa por lenta).
Cuando terminamos pasaron a inaugurar el baile, y entonces me puse a llorar como una descosía. Era bonito, y aún asi mis hormonas alteradas lloraban por el recuerdo de una boda a la que ni siquiera asistí. Ahora estoy aún más segura de que no lo hubiese soportado. Me entra la vena asesina sólo con pensarlo...
Pero nada, una cosa más, o una cosa menos. Le faltó algo a la noche, pero es que hay cosas que aún no he aprendido a pedir.

viernes, 23 de octubre de 2009

Ve de... viajes


Recuerdo perfectamente la última vez que recorrí este mismo camino. Cómo no hacerlo, si deseosa como estaba de no olvidarte ni un segundo me llevé un cuaderno conmigo. Cada metro, cada kilómetro dediqué mis pensamientos a ti, y anoté cada cosa que empezabas a hacerme sentir.
Hoy vuelvo a pasar por la misma carretera, pero esta vez sola, sin cuadernos y sin rastro de felicidad. La última vez la primavera se abría a pasos agigantados ante mí. Ahora el otoño va ganando terreno, y los colores vivos mueren sin remedio para dejar paso al amarillento envejecido del viento.
Me siento triste. Por qué yo no soy capaz de olvidarte, y tú sigues con tu vida, sabiendo que nunca existí? Soy egoista, y por un momento deseo que me recuerdes, que por un segundo te estremezcas al recordar que viví, que fui parte de tu vida. Sé cómo lograrlo, y sin dudarlo lo hago. Saber que en estos momentos estás pensando en mí, igual que yo pienso en ti, me produce una extraña sensación de alegría. Pero ni siquiera yo me extraño, siempre fui una manipuladora.
A medida que vuelvo a casa voy borrándote de mi memoria. Cansada, me doy cuenta de que nunca has pertenecido a mi otoño, y que hasta la próxima primavera no volveré a recordarte.

jueves, 1 de octubre de 2009

Ve de... blogs


Pararme a contar todos los blogs que he tenido en esta vida sería una pérdida de tiempo muy grande. Este debe ser más o menos el enésimo.
No recuerdo por qué creé el primer blog. Una amiga me metió en un foro y a partir de ahí mi vida se centró durante mucho tiempo en internet. Poesía, prosa, y mundos de fantasía en los que nunca debí entrar, y de los que aún hoy intento salir.
De poco vale seguir lamentándose y quejándose, así que cierro mi último blog, dedicado a mi propia desesperanza, y abro una ventana nueva, un intento más de mejorar mi vida, o al menos mi visión de esta.