miércoles, 28 de octubre de 2009

Va de... bodas


Es la primera a la que me he dejado invitar. Con una mezcla de miedo y de ilusión me dejé convencer, y llegó el gran día. Se casa un cmpañero de laboratorio.
Para empezar me quejaré de lo típico. Hacía frío esa noche (y no lo digo sólo yo), y todas las señoritas presentes íbamos tocando con la nariz en el suelo para evitar que el aire nos matase. Una semana resfriada. Fue una boda civil; ellos sí saben. Como no, me la perdí enterita, porque un inoportuno ataque de tos me obligó a salir y a olvidarme de la ceremonia. Con la tos empezaron a caer lagrimones por mis mejillas; la gente pensaba que era de emoción, y yo sólo intentaba no morir ahogada.
Después la cena; me encanta comer, con lo cual disfruté de esta parte hasta que los camareros, rápidos como pocos, me quitaban el plato de delante sin haber terminado con él (me pasa por lenta).
Cuando terminamos pasaron a inaugurar el baile, y entonces me puse a llorar como una descosía. Era bonito, y aún asi mis hormonas alteradas lloraban por el recuerdo de una boda a la que ni siquiera asistí. Ahora estoy aún más segura de que no lo hubiese soportado. Me entra la vena asesina sólo con pensarlo...
Pero nada, una cosa más, o una cosa menos. Le faltó algo a la noche, pero es que hay cosas que aún no he aprendido a pedir.

viernes, 23 de octubre de 2009

Ve de... viajes


Recuerdo perfectamente la última vez que recorrí este mismo camino. Cómo no hacerlo, si deseosa como estaba de no olvidarte ni un segundo me llevé un cuaderno conmigo. Cada metro, cada kilómetro dediqué mis pensamientos a ti, y anoté cada cosa que empezabas a hacerme sentir.
Hoy vuelvo a pasar por la misma carretera, pero esta vez sola, sin cuadernos y sin rastro de felicidad. La última vez la primavera se abría a pasos agigantados ante mí. Ahora el otoño va ganando terreno, y los colores vivos mueren sin remedio para dejar paso al amarillento envejecido del viento.
Me siento triste. Por qué yo no soy capaz de olvidarte, y tú sigues con tu vida, sabiendo que nunca existí? Soy egoista, y por un momento deseo que me recuerdes, que por un segundo te estremezcas al recordar que viví, que fui parte de tu vida. Sé cómo lograrlo, y sin dudarlo lo hago. Saber que en estos momentos estás pensando en mí, igual que yo pienso en ti, me produce una extraña sensación de alegría. Pero ni siquiera yo me extraño, siempre fui una manipuladora.
A medida que vuelvo a casa voy borrándote de mi memoria. Cansada, me doy cuenta de que nunca has pertenecido a mi otoño, y que hasta la próxima primavera no volveré a recordarte.

jueves, 1 de octubre de 2009

Ve de... blogs


Pararme a contar todos los blogs que he tenido en esta vida sería una pérdida de tiempo muy grande. Este debe ser más o menos el enésimo.
No recuerdo por qué creé el primer blog. Una amiga me metió en un foro y a partir de ahí mi vida se centró durante mucho tiempo en internet. Poesía, prosa, y mundos de fantasía en los que nunca debí entrar, y de los que aún hoy intento salir.
De poco vale seguir lamentándose y quejándose, así que cierro mi último blog, dedicado a mi propia desesperanza, y abro una ventana nueva, un intento más de mejorar mi vida, o al menos mi visión de esta.