jueves, 31 de diciembre de 2009

Va de... año nuevo


Otro ciclo que termina, y otro que vuelve a empezar. Sin darnos cuenta ha pasado un año más, y parece que no han sido más que unos pocos días. Me lo decían: a partir de los 20 el tiempo pasa mucho más deprisa. Yo no lo creía, y ahora afirmo que es totalmente cierto. Nos hacemos mayores, qué le vamos a hacer. Además, es un buen síntoma.

Hoy toca hacer resumen de lo que ha sido este año. Ver lo bueno y lo malo, para intentar mejorar el que entra. Me doy cuenta de que este año ha sido exactamente igual a los anteriores, porque he repetido todos y cada uno de los errores que me propuse evitar. He sido estúpida, como siempre, creyendo en imposibles y soñando con ideales. He trabajado mucho, y los resultados son escasos. He perdido mucho tiempo odiando a gente que ni siquiera está en mi vida; envidiando cosas que jamás estarán a mi alcance, y olvidando que la felicidad está a un paso de distancia. Parece que sólo me he dedicado a desaprovechar el tiempo.

Los propósitos para el año nuevo? Olvidar esas cosas que siguen doliendo, porque ya no hay nada que hacer. Dejar de darle importancia a lo que no la tiene. Quiero aprender a vivir mi vida tal y como es, y no como yo desearía que fuese. Pero por encima de todo, quiero ser valiente. Se presenta ante mí un mundo de opciones, y la cobardía me ha cerrado ya demasiadas puertas.

Feliz año nuevo.

miércoles, 23 de diciembre de 2009

Va de... sentir


Me he cansado de negarlo. Primero te odio, después te extraño, y al final me enfado sin motivos. Me indigna que no me prestes atención, y cuando lo haces el juego deja de tener gracia. Me paso el día buscándote con la mirada, y cuando te encuentro bajo la vista porque no soy capaz de mantenerla. No quiero que te acerques más de lo que ya lo haces, pero los celos me invaden cada vez que saludas a cualquiera de tus infinitas amistades. Te prometo que a veces creo ver que es mútuo; un segundo después parece que no recuerdes que existo. Evitamos estar solos por la incomodidad de la situación, y cuando nos rodean los demás me sobra hasta el aire. Me dices que te vas, y yo no quiero que lo hagas. Aún así asiento, me alegro por ti, y me angustia saber el tiempo que voy a estar lejos de ti. Me matan los comentarios de un pasado que yo creo inexistente, y evito empeorarte la situación. Volverá, y tú aún no lo sabes. Estará de nuevo a cada paso que yo dé, y me carcomerá la envidia cada vez que sin querer evitarlo rocéis vuestra piel al cruzaros por el pasillo. Cada mirada que crucéis, cada conversación que compartiréis, y cada hora que saboreéis juntos, se me clavarán como astillas en el corazón.

Y como siempre, yo haré como si nada pasara. Como si nada existiera; como si yo no sintiera.

miércoles, 2 de diciembre de 2009

Va de... desinspiración


Se busca inspiración, porque de desinspiración voy sobrada. Concurso a la vista, y no sé por dónde empezar. Me parece que la poesía murió hace demasiado tiempo como para recordarla. Aún así, busco tema. Palabras, frases, notas muscales que den inicio a la imaginación. Demasiados versos esperando a ser escritos, al final van a terminar engulléndome ellos a mí, y conmigo, el suculento premio.

martes, 1 de diciembre de 2009

Ve de... decepciones


Lo estás viendo toda la vida pero prefieres ignorar la evidencia. Tu les ayudas sin condiciones, y ellos siguen acudiendo a ti sólo cuando tienen problemas. Después se ofenden cuando niegas su amistad. Siempre eres la mala. Te llaman enemiga de terceros, y ellos son los primeros que ni esperan la ausencia para hablar a sus espaldas. Después eres tú la hipócrita si la saludas en la cena (una cena preparada por segundos para satisfacer a dichos terceros).

No hay más que decir. Decepción es la palabra.